En el día de hoy se publicó el sexto y último disco de Limp Bizkit, Gold Cobra (2011). Si te gusta la música pesada, a este disco le sobra violencia como para repartirle a varios, y aún así seguiría sonando durísimo.
La intro del disco es, valga la redundancia, una intro de un poco más de 1 minuto que te prepara para el primer tema verdadero, Bring It Back. Arranca con un riff muy trash y de a poco empieza el rap y le sigue una letra en la que básicamente, los chicos dicen que te convierten cualquier fiesta en una "zona de peligro" y que van a decir lo que tengan ganas de decir, y si alguien tiene algún problema, ya sabemos todos a dónde se puede ir.
El disco mantiene el mismo estilo de música, letras e intensidad; de hablar de lo duros y jodidos que son, hasta de cómo te dan una paliza. Todo se mantiene así hasta la octava, Walking Away, con una letra medio depresiva y una melodía mucho más tranquila si la comparamos con lo anterior; hasta que a los 3 minutos Fred Durst vuelve a darle manija a sus cuerdas vocales y Wes Borland pisa la distorsión. El tema siguiente, Loser, también es medio down en términos de letra y música. Aunque si no bajaban un par de cambios, el disco entero de un tirón hubiese sido demasiado pesado.
Con Autotunage vuelven a subirle el volumen. Le sigue 90.2.10 que poco tiene que ver con el barrio de Beverly Hills, sino que habla de la joda, el alcohol y que en sus fiestas el ratio de mujeres es 90% contra un 10% de hombres.
Why Try y Killer In You cierran el disco, la última siendo un poco más grave que la anterior, pero sin aportar nada nuevo.
En mi opinión, las letras de todo el disco son muy básicas y casi todas giran en torno a lo mismo: la violencia y la agresión; y por sobretodo la cultura "macho", que tan gastada está a esta altura del Siglo XXI y después de 30 años de rap y hip hop. Quizás podrían haberse metido en otros terrenos como la política, conflictos sociales, la pobreza o la falta de educación, que son tópicos que suelen encajar muy bien con los estilos heavy en vez de caer en las obviedades de "me la banco más que vos" y ese estilo.
Por otro lado la música me gusta mucho, es bien pesada; los arreglos rap+heavy son impecables a lo largo de todo el disco. Durst tiene una dicción envidiable, se le entiende absolutamente todo lo que dice, incluso cuando pareciera que estuviese apretando el botón de x2 o FF (el que tuvo una vieja videocasetera de VHS me entiende).
El aporte de Wes Borland es brillante y uno agradece que los Limp Bizkit no hayan buscado otro guitarrista cuando hace un par de años parecía que no iba a volver. A diferencia de otros discos, acá hay buenos solos de guitarra e incluso cambios en su tradicional afinación en Do#. Las líneas de bajo de Sam Rivers están bien marcadas y le marcan el paso junto con la batería de John Otto al resto de la banda. El aporte de DJ Lethal es ya un clásico del sonido de la banda, que lo hace tan característico e imposible de confundir.
Dejo el primer single del álbum, Shotgun.
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