10 abril 2012

Cold Day In The Sun - Foo Fighters


A casi una semana del segundo y último show de Foo Fighters en Argentina, me encuentro sacándome de adentro todo lo que significó para mi ese recital. Hace 6 días exactamente que vengo escribiendo y reescribiendo este post en mi cabeza, por falta de tiempo, por no poder dedicarle el tiempo que se merece.

Las expectativas eran grandes. Estamos hablando de Dave Grohl, uno de los mejores músicos de rock de las últimas dos décadas. Cuando vino por primera vez para acá, lo hizo con Nirvana en el 92 pero yo era todavía muy chico como para saber que Cobain, Novoselic y Grohl estaban en mi país, aún cuando a mis cortos 8 años de edad ya me volvía loco Nevermind, gracias a mi Big Brother.

Dado que la música da revanchas, 20 años después decidió volver a Latinoamérica y traer a sus exitosos Foo Fighters. El más exacerbado fanático de Grohl va a decir que el show del Miércoles 4 de Abril fue perfecto y digno de semejante músico: el cielo ennegrecido y furioso, arrojando rayos, y un espeso y fuerte diluvio sobre Buenos Aires y el indefenso público. La antesala perfecta para que el mismísimo diablo, encarnado en la humanidad de Dave Grohl como bien fuera retratado en la película The Pick of Destiny, tocara sus mejores canciones en la ciudad porteña.


Fue realmente mágico ver la reacción de la gente (y me incluyo) al darse cuenta de que a pesar de la intensa lluvia, del escenario dañado por el temporal y de los problemas de sonido, los 6 músicos iban a salir. Yo me encontraba bajo techo al resguardo del agua en la platea baja y el campo estaba a la mitad ya que no era el único refugiado; pero en cuanto vi la guitarra azul de Dave tardé un minuto en estar en el campo, atravesando la masa compacta de gente, con mi remera de Zeppelin en mi mano, ya empapado y cantando All My Life. Mientras se podía ver a cientos y miles de personas salir de donde estaban cubiertos para no perderse ni un segundo de este irrepetible momento.

Yo en una época creía que se me iba a pasar esto de saltar como un desaforado en los recitales de rock. Pensé que con el correr de los años iba a dejar de irme hasta adelante de todo, lo más cerca de la valla que pudiese, y que iba a abandonar el hábito de hacer pogo y cantar hasta quedarme casi afónico. Mi viejo a los 28 años (cumplo en un mes en realidad.. pero ya estoy!) ya tenía dos hijos, mantenía una familia y escuchaba Sinatra. Y resulta que su hijo, a la misma edad, sigue tomándose los recitales igual que cuando tenía 14 y veía emocionado ese primero de tantos, aquel Metallica en River, pidiendo a gritos Seek & Destroy. Y de hijos ni cerca! Aunque no se alarmen que trabajo desde los 19 y estoy a un paso de recibirme. Epa. Tampoco un tiro al aire (para tranquilidad de las madres).

Así pasé casi 2hs de show hasta el primer corte, en donde salí a buscar a mis dos amigos con los que había ido. El resto lo miré de lejos, pero nunca dejé de saltar ni de cantar.

La sólida presentación de los Foo Fighters de casi 3hs hizo que nos olvidáramos de que habíamos presenciado el show con las luces del estadio prendidas y de que por momentos no se escuchara bien la voz de Dave.

El mayor regalo de la noche llegó con el décimo tema. Luego de una presentación de la banda, del campo surgió un pedido de "Drum Solo". Ya sabemos quién era el destinatario. Grohl, que le encanta estar en el spotlight, pasó de un "Maybe Later" a un "Fuck It!!" y cambió de lugar con Taylor y tocaron Cold Day In The Sun. ¿Y qué les puedo decir? Fue un delirio de alegría. Una verdadera fiesta.

El otro regalito que destaco fue haber tenido cerca a Pat Smear. El tipo es una leyenda. Tocó en los Germs, en Nirvana y estuvo, se fue y volvió con los Foo Fighters. Por momentos lo veías colgadísimo tocando sus acordes, con la boca abierta y la mirada al vacío. Al ratito hacía clic y sonriendo miraba al público, se reía, bailaba y a veces cantaba.

No quiero no mencionar a Taylor Hawkins. Pensar que antes de entrar a los Foo era el baterista de Alanis Morissette y milagrosamente decidió unirse a la banda, ya que son pocos los que pueden soportar la presión de ser el batero de la banda de Dave Grohl.

Hay algo que me llamó mucho la atención (también lo noté en los recitales de Pearl Jam del 2005 y 2011) y es la cara de la gente. En los shows de ambas bandas uno podía ver a las personas felices, sonriendo, pasándola bien, cantando con mucha alegría como quien canta encerrado en su cuarto con el volumen al máximo sin importarle desafinar. Cada una a su manera, transmiten eso. Foo Fighters es diversión pura. Con una banda muy bajo perfil, Taylor y Dave se apropian del escenario y del contacto con el público, hacen chistes, sonríen, interactúan. El mismo espíritu de diversión que nos muestran en sus videos es el que dejan ver en sus recitales. Y eso la gente lo recibe y lo demuestra.

Así que les dejo la versión que tocaron este pasado 4 de Abril en el estadio de River. Los videos son caseros, filmados por alguno de los miles que llevaron cámara. El primero es de más lejos y se escucha un poco mejor, aunque no se ve mucho. El segundo está filmado a metros del escenario y está enfocado casi en su totalidad en Grohl.

Los que estuvieron ese día en el estadio, no se olviden jamás que tuvieron la dicha de ver a Dave Grohl tocar la batería.



Fotos de Tomás Correa Arce

4 comentarios:

  1. Groso Julian! Una noche inolvidable!
    Contra todas las dificultades la banda no paro de rockearla un minuto.
    Abrazo!

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    1. La verdad que si. Yo me fui muy conforme del recital, son una sonrisa de oreja a oreja. Las fallas técnicas, la lluvia, las luces, no me importó nada de eso sino verlos tocar y romperse el alma encima del escenario.
      Unos verdaderos profesionales.

      Abrazo Fer!!

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  2. Así sin preverlo me terminé emocionando con tu post (no porque seas incapaz, pero no lo veía venir). Me pasó lo mismo con el recital.
    Simpatizante de Nirvana y seguidora de Foo Fighters desde hace tiempo, en el últimamente estuve en mi etapa más Arctic Monkeys que nunca.
    Por mucho que quiera defender a los AM, lo de FF creo que es sólo comparable a lo de Pearl Jam (al menos de lo que yo vi en mi vida).
    Llegué con unas expectativas y me fui con ellas totalmente superadas e incluso redoblando mi cariño hacia la banda (al igual que PJ)
    La lluvia, un condimento que si bien me dejó con rastros semi-gripales, fue el agregado perfecto para una noche tan esperada.

    Besos,
    Tamara

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    1. Me alegro que el sentimiento haya sido compartido.
      Para mi el punto clave fue la garra que le pusieron para dar ese extra y brindar un excelente show, superando las adversidades que el clima había impuesto. Técnicamente he visto mejores shows, pero ver a los tipos dar lo mejor de ellos... te hace apreciar lo que un buen artista es y redobla ese "sentimiento de amor" hacia una banda de rock.

      Gracias por pasar.

      Beso.

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