Hoy es uno de esos días raros en los que escucho de todo y variado. Si bien durante la mañana escuché música en su mayor parte acústica, necesité ponerle un poco más de velocidad a medida que me fui acercando al mediodía. Así llegué a los dos últimos discos de los Illya Kuryaki.
Jennifer del Estero es parte del excelente disco Leche (1999), mi favorito, ya que ofrece variedad de estilos y hay mucho mas funk que en los discos previos.
Durante toda la década pasada los IKV habían sido unos de mis grandes pendientes musicales dentro de la movida musical nacional. Por suerte el año pasado decidieron juntarse y los pude ver en vivo en un festival a beneficio de la ONG Mundo Invisible.
En dicho evento pude escuchar este tema al mismo tiempo que miles de personas bailaban a su ritmo. Los shows de los IKV son siempre una verdadera fiesta. Hace un par de días pude ver un poco de lo que hicieron en el Lollapalooza de Chile y uno agradece que se hayan vuelvo a juntar. La química está intacta. Es como si no se hubieran separado.
Según hicieron trascender, mientras no están de gira por Latinoamérica pasan su tiempo en el estudio preparando un nuevo disco, el primero en 11 años desde Kuryakistan.
Así que, ¡a levantar un poco los ánimos y mover el esqueleto que estamos a mitad de semana!
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