Como siempre que veo a un artista que escucho hace mucho, pero sobretodo que tiene algún significado más allá de lo musical, me cuesta poner en palabras lo vivido en el show. Quizás porque por un lado es difícil ser objetivo, pero también porque se siente que estás abriéndote y mostrando cierta vulnerabilidad. Pero hace bastante que decidí no temerle a mostrar emociones.
Y eso es lo que fue el recital de Robert Plant anoche en el Luna Park. Emoción en su estado más puro. La semana previa estuvo muy cargada de ansiedad, repasando temas de Zeppelin, enganchando un recital de Plant en la tele con temas de blues, escuchando lo suyo de solista. Es decir, la preparación básica antes de cualquier recital, pero sabiendo que este no era cualquier recital.
Robert Plant es parte de la historia del rock. Es uno de los pocos músicos de las benditas décadas del '60 y '70, que dejaron una marca y que todos los que vinieron después quisieron emular. Uno piensa en Plant y automáticamente piensa en Zeppelin, y de movida se te vienen a la mente eternos clásicos de rock con los que todos crecimos.
El verlo anoche llegar al escenario, la ovación de pie, el coreo "olé, olé, olé, olé, Robert, Robert", su sonrisa, amigos alrededor, me hizo viajar de nuevo a mis 18 años y sentir la misma emoción que me produjo descubrir Immigrant Song o Communication Breakdown.
En la hora y media que duró su show, Robert nos ofreció parte de todo lo que es él como músico. Nos dejó ver en vivo y en directo cuáles fueron y son sus influencias. No sólo rock y blues, sino también sonidos traídos de África. No hay que olvidarse que fue en Marruecos que escribió Kashmir, en medio de un viaje que lo llevó a recorrer parte de este continente en busca de una exploración musical.
Versionadas al estilo actual de su banda Sensational Space Shifters, pudimos disfrutar desde Spoonful de Howlin' Wolf, pasando por temas propios de su etapa solo, hasta algunos de los más grandes clásicos de Led Zeppelin, como Friends, Going to California, Whole Lotta Love, Ramble On y Rock and Roll, y más.
Un par de detalles.
Para mi el recital de anoche se siente como este tema.
Gracias.
En la hora y media que duró su show, Robert nos ofreció parte de todo lo que es él como músico. Nos dejó ver en vivo y en directo cuáles fueron y son sus influencias. No sólo rock y blues, sino también sonidos traídos de África. No hay que olvidarse que fue en Marruecos que escribió Kashmir, en medio de un viaje que lo llevó a recorrer parte de este continente en busca de una exploración musical.
Versionadas al estilo actual de su banda Sensational Space Shifters, pudimos disfrutar desde Spoonful de Howlin' Wolf, pasando por temas propios de su etapa solo, hasta algunos de los más grandes clásicos de Led Zeppelin, como Friends, Going to California, Whole Lotta Love, Ramble On y Rock and Roll, y más.
Un par de detalles.
- Me impresionó ver al Plant de hoy con 64 años, con los mismos gestos, movimientos y tics que tenía a sus 20. Claro, es la misma persona, pero uno a veces queda anclado en ciertas imágenes sobre algunos personajes, y en mi cabeza Robert todavía tiene 25 años y luce como el que fuera retratado en DVD The Song Remains The Same, que ofrece un increíble show de la banda en el Madison Square Garden en el año 1973.
- ¡Por dios la voz de este hombre, está impecable!
Para mi el recital de anoche se siente como este tema.
Gracias.
Puff, qué noche de emociones.
ResponderBorrarDe a ratos cerraba los ojos y veía en mi cabeza a ése Plant de 25 que bailoteaba. Cuando los abría, como bien decís, lo veía con sus mismos tics, con ese movimiento de manos tan suyo y pensaba "estoy a menos de 30 mts de historia de la música en estado puro".
Quedamos todos hechizados.
Borrar