Como comenté en mi post anterior, el fin de semana que pasó fue muy musical y de reencuentro con muchos discos que tenía olvidados o momentaneamente "cajoneados". En especial, escuché mucho Blues. Para el que me lee, sabe que de los 6 a los 17 no escuché casi nada que no fuese metal o rock pesado. El Blues entró en mi vida recién a los 17-18 años de la mano de este señor, Stevie Ray Vaughan, marcando un punto de inflexión en mis gustos musicales. De SRV pasé a Hendrix y de ahí llegaron B.B. King, Buddy Guy, Albert King, Freddie King, Robert Johnson, Eric Clapton, John Mayal, John Lee Hooker, Otis Rush y los más jóvenes como Jonny Lang, Kenny Wayne Shepherd y John Mayer. En nuestro ámbito, redescubrí a Pappo, las Blacanblus y a Memphis La Blusera; y conocí a otros como Botafogo, Javier Vargas, y la lista sigue.
El tema que publico hoy se grabó el 30 de Julio de 1989, en el Buddy Guy's Legends Bar, como motivo de su cumpleaños nº53. Buddy Guy invitó a Stevie a tocar y grabaron lo que sería el disco It's Still Called The Blues (1989). Tiene solamente 4 temas, ¡¡pero qué temas!! Arranca Buddy Guy con el que titula el disco y luego de 3 minutos presenta a su amigo, Stevie Ray Vaughan, y la gente estalla. Le sigue el de hoy, Champagne and Reefer, una monstruosidad de 25 minutos en el que varias veces Buddy Guy hace callar al público para dejarlo tocar a Stevie. Durante ese cuarto de hora hay solos para todos los gustos, distorsionados, limpios, rápidos, lentos; ambos guitarristas conversan entre sí con sus guitarras y Stevie le contesta los piropos a Buddy con solos cada vez más espectaculares.
Le sigue Mary Had a Little Lamb, tema de Buddy Guy pero también parte del repertorio habitual de Stevie, incluso presente en el disco Live Alive (1990) de SRV.
El disco termina con Leave My Girl Alone, otro tema original de Buddy Guy pero que Stevie se apropió a lo largo de toda su carrera, regalando con él los más grandes solos que he escuchado en toda mi vida, no sólo en este disco, sino también (y en especial) en la presentación de 1989 en Austin City Limits, que 10 años después de haberla escuchado y visto por primera vez, me sigue poniendo la piel de gallina.
En otro post voy a hablar un poco sobre Buddy Guy, porque este es un tipo que se merece páginas completas y aun así omitiríamos muchísima información. Buddy Guy estuvo desde los comienzos del Blues eléctrico en Chicago en la década del '50 y fue inspiración para muchísimos artistas, incluído el mismo Jimi Hendrix, que tomó varios de sus trucos en el escenario para incluirlos en sus actos, como tocar detrás de la cabeza o terminar tocando en el piso. Es un hombre que sigue tocando hoy con 74 años de edad, con más energía y pasión que cualquier banda de rock moderna, y con una presencia inigualable. Un verdadero ejemplo y una leyenda viviente, que espero alguna vez ver en vivo.
Mientras tanto espero que disfruten de esta sesión de blues, de la mano de dos de los más grandes guitarristas que hayan transitado por este planeta. Un deleite para los oídos. Les recomiendo mucho este disco, no se van a arrepentir.
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