The Wild Trapeze (2010) es el primer trabajo solista del cantante y frontman de Incubus, Brandon Boyd. Y no decepciona. Se aleja de la música que normalmente toca con su banda y las canciones son todas acústicas, combinando muchos instrumentos (campanas, teclados, bombos, xilófono, entre otros) y pocos efectos.
El resultado es un disco muy compacto, con una línea de sonido muy definida y muy agradable al oído. Me hace acordar un poco a los trabajos independientes de principios de los '90, pero con un poco más de producción y calidad encima. La voz de Brandon es como siempre impecable. Me impresiona que después de tantos años de escuchar Incubus, el tipo me siga sorprendiendo con su capacidad de interpretación y su registro interminable.
El efecto del disco puede ser medio oscuro si lo escuchás en un estado de ánimo acorde, o si el día está medio gris. Pero también puede ser un álbum con mucha luz, y en sus casi 39 minutos de extensión se hace muy fácil de escuchar. Un ejemplo de esta doble interpretación es el sexto tema, Courage and Control; parece medio down pero la letra está cargada de optimismo, así como también el último minuto y medio de la canción.
Es un disco que en general me gusta mucho, y lo suelo escuchar cuando quiero algo tranquilo, ya que el sonido acústico me suele relajar bastante.
Dejo el único video oficial de este disco, el tema se llama Runaway Train.
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